lunes, 23 de diciembre de 2024

Las preocupaciones

A veces, cuando nos sentimos agobiados por las preocupaciones, pensamos que la mejor forma de escapar de ellas es mantenernos ocupados en otras cosas, para no pensar tanto. Sin embargo, esta estrategia puede tener efectos negativos, como el estrés, la ansiedad, el cansancio y la falta de disfrute; incluso, porque lo que hacemos, lo hacemos como un mecanismo de fuga. Que yo no mire una cosa no quiere decir que la cosa desaparezca, que no está ahí.

    Las preocupaciones son pensamientos negativos sobre el futuro, que nos generan miedo, angustia e incertidumbre. No podemos evitarlas por completo, pero sí podemos aprender a manejarlas mejor, para que no nos impidan vivir el presente y para que no nos roben la esperanza sobre lo bueno que puede traer el futuro.

    Una forma de hacerlo es practicar la atención plena, que consiste en enfocar nuestra atención en el aquí y el ahora, sin juzgar ni rechazar lo que sentimos o pensamos. La atención plena nos ayuda a aceptar la realidad tal como es, y a reconocer que no podemos controlar todo lo que nos sucede.

    Otra forma puede ser asumirnos responsables en la creación de las posibilidades que se abren en el futuro, nada está dicho ni hecho, por lo que procurar un futuro mejor debe ocuparnos, comprometernos. La vida está delante nuestro, el futuro nos espera, ¿qué futuro? eso puede depender de nosotros, ocupémonos de lo que depende de nosotros. 

    Otra forma de manejar las preocupaciones es identificar y cuestionar los pensamientos irracionales que las alimentan. Muchas veces, nos preocupamos por cosas que no tienen una base real, o que exageramos en nuestra mente. Por ejemplo, podemos pensar que todo va a salir mal, que no somos capaces de afrontar los problemas, o que los demás nos van a juzgar o rechazar. Estos pensamientos nos hacen sentir peor, y nos impiden ver las soluciones o las oportunidades.

    Para cambiar estos pensamientos, podemos usar algunas preguntas, como: ¿Qué evidencia tengo de que esto es cierto? ¿Qué otras posibilidades hay? ¿Qué haría alguien que no se preocupa tanto? ¿Qué puedo hacer yo para mejorar la situación? ¿Qué consecuencias reales tendría si ocurriera lo que temo?

    Además de estas técnicas, también podemos establecer límites y prioridades en nuestras actividades, para no sobrecargarnos de tareas y responsabilidades que nos generen más estrés. Podemos aprender a decir que no, a delegar, a pedir ayuda y a organizarnos mejor.

    También es importante cuidar de nosotros mismos, dedicando tiempo a hacer cosas que nos gusten, que nos relajen y que nos hagan sentir bien. Podemos practicar algún hobby, hacer ejercicio, meditar, leer, escuchar música, o lo que sea que nos aporte alegría y satisfacción.

    Por último, no debemos olvidar el apoyo social, que es fundamental para afrontar las preocupaciones. Podemos contar con nuestra familia, nuestros amigos, o algún profesional, que nos escuchen, nos comprendan, nos aconsejen y nos animen. También podemos expresar nuestra gratitud por las cosas buenas que tenemos en la vida, y adoptar un enfoque positivo, no escapista, que nos ayude a ver el lado bueno de las cosas. 

    Recordemos estas palabras de Víctor Frankl: “No podemos cambiar las circunstancias externas, pero podemos cambiar nuestra actitud hacia ellas”, «El ser humano no es sólo el producto de sus circunstancias; también es el producto de sus decisiones».


Nota: Si lo prefieres, puedes acceder a este contenido en formato de video en mi canal de Youtube



martes, 9 de julio de 2013

Funcional y Fáctica: Reflexiones críticas respecto al modelo educativo en nuestra América

Está próximo a salir el segundo libro de la Academia Libre y Popular de Humanidades, en el cual habrá un texto de mi autoría. Este libro será de acceso gratuito y podrá ser descargado en PDF. De momento comparto la carátula del libro:



lunes, 6 de mayo de 2013

FILOSOFÍA, EDUCACIÓN Y CIUDADANÍA


Comparto con ustedes la Revista de Filosofía Nusestramericana: posibilidad, crítica y reflexión, con ISSN 0719-1359, de la que soy Editor General;  pueden descargarla de manera gratuita y difundirla. En este número aparece un ensayo de mi autoría titulado "Filosofía, educación y ciudadanía: construcción de una sociedad democrática a partir de individuos libres". Que disfruten!

viernes, 5 de octubre de 2012

Capitalismo ¿verde?

Les comparto el 4to número de la "Revista de Humanidades Populares" de la Académia Libre y Popular Latinoamericana de Humanidades, que ha tenido la gentileza de publicar un texto de mi autoría: "Capitalismo ¿verde? una propuesta neoliberal que agudiza la crisis y devora a America Latina" Pp. 17-22.
Revista de Humanidades Populares vol. 4

martes, 28 de agosto de 2012

Sobre la eliminación de la filosofía, la globalización de la estupidez y la hegemonía del poder capitalista


La escuela, la universidad y todo centro educativo pensado como fábrica auguran una humanidad estúpida y servil. Quien no piensa está condenado a ser siervo del que piensa por él. Una sociedad estúpida es una sociedad de fácil manejo. Todo esto lo saben bien los grandes emporios económicos, que son los que deciden el destino del mundo; son quienes manejan quitando y poniendo presidentes, gobernadores, alcaldes, etc.; Además son quienes deciden qué se vende y qué se compra y hasta quién vive y quién muere. Todo de acuerdo a sus conveniencias, caprichos y necesidades.

Es sabido que el pensamiento, el propio, el que guía la voluntad, el que devela verdades, el que procura la autonomía del sujeto, el que crea individuos libres, es el enemigo número uno de un sistema hegemónico capitalista. Y como todo enemigo debe ser eliminado, la filosofía cuenta sus días. 

El plan Bolonia, en Europa; la Reforma a la Ley 30 de Educación Superior, en Colombia; la Reforma Integral a la Educación Media Superior (RIEMS), en México y el proyecto Tuning para Latinoamerica. Reformas, todas ellas que responden a las presiones de los Organismos Internacionales como la OCDE, el Drácula capitalista. 

La libertad es uno de los anhelos más profundos del hombre, por ello es un arma de control masiva, poderosísima; para el sistema es importante mantener este anhelo como anhelo, no como una realidad fáctica, tan sólo como promesa. Libre mercado, libre expresión; cadenas de libertad. Mientras la libertad siga siendo una promesa, seguirá siendo nuestra mayor condena. En la escuela se habla y se les enseña a los estudiantes sobre la libertad, pero no a ser libres. Si realmente queremos educar en libertad, nuestros estudiantes deben ser libres en la escuela. Este es el planteamiento de la filosofía, por ello se torna peligrosa.

La educación actual gesta los hijos bobos del capitalismo, esos que dependen, que no hacen más que botar baba mientras ven televisión, duermen, comen y cagan; los eternamente menores de edad a los que se refiere Kant. La sociedad, el mundo actual en que vivimos, requiere hombres ilustrados, esos que hacen uso público de su razón. Hombres nuevos que desafíen a Hobbes y actualicen  Ernst Bloch, que sean hombres y no lobos para el hombre; que hagan del mundo su patria y no su prisión.

El maestro Estanislao Zuleta, es pionero en decir lo que ahora muchos recordamos en esta defensa por la filosofía, que no es otra cosa que la defensa por el hombre íntegro: “Un hombre que pueda pensar por sí mismo, apasionarse por la búsqueda del sentido o por la investigación, es un hombre mucho menos manipulable”. La filosofía es así, como enseña la UNESCO: “Una escuela de la libertad”. Una escuela a la que, por derecho fundamental, todos debemos tener acceso, de manera casi que imperativa. 

Eliminar la filosofía de los planes de estudio en esta era de la globalización, equivale a globalizar la estupidez y con ello mantener la hegemonía del poder capitalista. Este es el objetivo magno de los proyectos reformistas educacionales actuales. No se busca educar en libertad para la libertad, para la paz; sino en competencias para la competencia, para la guerra, dado que la competencia es el principio de toda guerra. [1]

Es de conocimiento general que "al sistema –dice Estanislao Zuleta- no le interesa mucho, desde el punto de vista de la eficacia de su aparato productivo y de su eficacia social, que el individuo se realice y se desarrolle en sus posibilidades, sino que haya interiorizado la humildad frente a sí mismo... Todo hombre racional es un hombre desadaptado, porque es un hombre que pregunta; por el contrario, el hombre adaptado es un hombre que obedece... El sistema necesita formar gentes que hayan interiorizado una relación de humildad con el saber (...) La educación tiende a producir un individuo heterónomo, que carezca al máximo de autonomía, y que dependa de los demás... Para lograrlo la escuela crea una actitud de fe ciega en el otro y de ignorancia asumida sobre sí mismo". 

La educación debe ser pensada en aras de combatir la globalización de la estupidez y el servilismo, en aras de formar individuos libres para una sociedad “democrática”. Aunque cabe advertir que la democracia es también un “opio para el pueblo”, como lo es la libertad, siempre y cuando estas se sigan manteniendo como mero anhelo. Se requiere de una educación con filosofía, como enseña el maestro Estanislao Zuleta, para instaurarlas. 


Mario Domínguez 
28 de agosto de 2012


[1]  ¡Y es que la guerra resulta útil para capitalizar, para dominar! Sino pregúntesele a los Estados Unidos.